Uno de los animales más característicos de la estepa patagónica es el guanaco. Más de una vez protagonistas de un accidente en la ruta, el Lama guanicoe, ha sido un incordio tanto para productores como vecinos patagónicos, aunque últimamente tomó un giro positivo: es una oportunidad de negocios por su lana.
La historia de la lana de guanaco no es reciente. Ya por el año 2000 en Los Menucos se comenzó a comprar su lana a cazadores, aprovechando ese potencial latente y exportando un bien que supera a su par ovino en valor, multiplicándolo por 10 o 15. Países como Canadá e Italia detectaron que esta lana era de primerísimo nivel por su diámetro (finura del pelo), poniéndolo a la par de la cachemira; una de las lanas más cara del mundo, típica del subcontinente indio.
El tiempo pasó y en 2012 Santa Cruz comenzó a pensar un manejo sustentable de este animal, concretándolo en 2015. A pesar de llevar más de una década vigente, el uso del guanaco de forma comercial ha sido escaso, con algunas unidades de negocio de nicho surgiendo. Fue durante el último semestre de 2024, bajo la Disposición 812, que el Gobierno Nacional habilitó la creación de este tipo de programas, a fin de darle una solución a la problemática del guanaco que tenga una contraprestación positiva.
Así, Conicet y la Estacia La Rosa en Chubut, comenzaron a dar los primeros pasos en esta producción sustentable de lana, siguiendo el trabajo de productores de Península Valdez casi una década atrás que supieron abastecer a la diseñadora argentina Maydi en una colección presentada en París.
Si hablamos de números, Santa Cruz cuenta con la mitad de la población de guanacos a nivel mundial, siendo alrededor de 3 millones los ejemplares en la provincia. Se estima que anualmente producen un vellón de 500 gramos, con un rendimiento de 95% posterior al lavado y un valor por kilo en bruto que llega hasta los 200 dólares. Bajo esa hipótesis numérica, una tonelada de lana de guanaco correspondería a la producción anual de unos 2.106 animales, con una retribución económica cercana a los 200.000 dólares.
La lana de guanaco, además de presentar a la Patagonia en el mundo con un bien suntuario que puede ser producido de forma sustentable y ética, es una posible fuente de trabajo rentable tanto para Chubut como Santa Cruz, donde ya hay productores con el conocimiento necesario para la producción primaria y hay posibilidades de dar valor agregado con equipamiento para descerdación y procesamiento de la fibra.