Si bien 2021 fue el año donde el proyecto de prohibición de las salmoneras en Tierra del Fuego se volvió una realidad, el rechazo a este tipo de acuicultura se acarreaba de años anteriores. Ya por 2016 hubo acercamientos de inversores noruegos por instalar este tipo de industrias en el Canal Beagle, frustrados principalmente por grupos ambientalistas y una parte de la sociedad civil. Transcurridos 3 años y con una nueva composición de la cámara legislativa, fue Agustín Coto quién trajo el foco hacia la polémica medida, prometiendo una derogación o en su defecto, la modificación de la norma.
Lo que ya era una posición de índole ideológica para el legislador de Republicanos Unidos, fue replicado por el accionista mayoritario de Newsan y empresario Rubén Cherñajovsky, quién al hablar de las diversas inversiones de la empresa, hizo alusión a los proyectos de acuicultura con salmónidos que impulsan en otras partes del país, a fin de proponer rever la norma provincial. Dichos comentarios profundizan la línea marcada por Luis Galli, CEO del gigante de manufactura electrónica, que en 2022 resaltó la importancia económica del salmón en Chile, donde representa unos $5.000 millones de dólares en exportaciones anuales.
Desde las ONG´s y parte de la ciudadanía, se remarca la importancia de la conservación del medio ambiente y la preservación de la biodiversidad del Canal Beagle, algo que podría verse en peligro con la introducción de esta especie de salmónido; temen la reproducción de algunas malas experiencias en el lado chileno con este tipo de explotación. Sostienen que el tan codiciado salmón del Atlántico degrada el suelo marino y modifica sustancialmente el ecosistema marino de sus alrededores. Su explotación, al menos en la parte norte de Europa y América del Norte, suele estar severamente regulada, así como el suministro de antibióticos, otro elemento nocivo para el ambiente marino.
Ahora, con una situación económica adversa y las promesas de inversiones y trabajo, la sociedad fueguina vuelve a enfrentarse a la ¿dicotomía? entre desarrollo económico y preservación del medio ambiente. Hay algunas señales de que la prohibición podría transformarse en regulación, tratando de compatibilizar posiciones. Los próximos meses, se espera un intenso debate tanto en las sociedad como en el parlamento fueguino sobre la temática.