En un recorrido que se realizó a lo largo de 4 días, unos 120 ganadores de Argentina, Brasil y Uruguay visitaron una decena de históricas estancias en la provincia de Tierra del Fuego parte de una gira organizada por la Asociación Argentina de Hereford.
Dicha visita, que contó con la presencia de la vicegobernadora Mónica Urquiza, la ministra de Producción y Ambiente, Karina Fernández, y el presidente de la asociación, Jorge Collinet, asistió a diversas estancias de las ciudades de Tolhuin y Río Grande. Allí, expertos del sector analizaron una producción que se extiende hace más de 70 años con la raza Hereford, así como las características propias de la región más austral de la Patagonia.
Si bien los vacunos en la isla están lejos de ser de los principales bienes que Tierra del Fuego elabora, siendo relegado históricamente dentro del sector ganadero por el ovino que contaba con 324.706 cabezas en el invierno del año pasado, el mercado bovino de casi 53.000 animales está compuesto en un 99% por esta raza oriunda del Reino Unido. A pesar de las inclemencias climáticas, que pueden resultar en pérdidas de hasta 100 kilogramos de peso en los animales durante la temporada invernal, el sector ganadero fueguino ha sabido adaptarse y “sacarle jugo” a la rusticidad del Hereford.
A pesar de la adaptabilidad de la especie y los productores, aún se presentan otras dificultades para la industria ganadera: la invasión de una maleza conocida como Pilosa proveniente de Nueva Zelanda que alcanzó los campos del norte de la provincia allá por los años 90. Su resistencia y la propagación por el viento, cuentan también con el aliciente de cortas ventanas climáticas para aplicar herbicidas. Esta reducción del forraje se ve potenciada por el crecimiento de la población de guanacos, animal que compite por el alimento tanto con vacas como ovejas.
Sumado a ello, aparece la ya histórica demanda de los productores ante los perros asilvestrados, una postal presente en los campos fueguinos. Si bien las pérdidas se concentran en el ganado ovino por el tamaño, son una amenaza latente para todo el sector ganadero.
No obstante, desde la Asociación Argentina de Hereford también resaltaron la importancia de ser zona libre de brucelosis, tuberculosis, leucosis, aftosa y lengua azul. Así, la isla grande de Tierra del Fuego cuenta con una ventaja clave en temas de exportación genética o la novedosa variable del ganado en pie, que abre la puerta a mercados donde la faena debe requerir de ciertos elementos como el halal o kosher.
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