La temporada invernal del 2024 transita sus últimas semanas, y desde InPatagonia, decidimos recolectar testimonios de los principales centros invernales de la ciudad más austral del mundo para repasar este período de la actividad turística.
Con un panorama económico complejo a nivel nacional, la mirada generalizada que surgía del sector era una de merma en el caudal de visitantes pronosticando números alrededor de los dos dígitos. No obstante de los escenarios negativos, la temporada logró remontar pasado su primer mes, principalmente potenciada por las ofertas de aéreos tanto en descuentos como en cuotas, permitiendo un repunte que se trasladó durante el mes de agosto. Septiembre, que suele ser un mes de buen trabajo para el turismo invernal encontró un ciclo de nevadas un tanto escaso, haciendo que las actividades concentradas en el Valle, donde operan buena parte de los Centros Invernales, sea reducida o lleve a dar por terminado el invierno prematuramente. Quizás el menos afectado por esta variable climática fue el Cerro Castor, que al contar con un 35% de su superficie esquiable provista por nieve artificial, con la red más grande de Sudamérica, sintió menos la falta de nevadas.
Desde los Centros, destacan que el turista planificó sus vacaciones con las ofertas en mente: algunos de ellos detectaron más movimiento en semanas que son históricamente de bajo caudal. Los beneficios de las low-cost, así como la vuelta de las cuotas entrado el segundo semestre, generó un efecto dominó que ayudó a superar las expectativas de la temporada y acercarse a números del año previo. Desde el turismo internacional, el aporte principal vino del país vecino de Brasil, que año a año gracias a los trabajos de promoción tanto de privados como de los organismos gubernamentales, propone a Ushuaia como uno de los principales destinos de invierno en la región Patagónica.
Esta sensación que se plantea desde Ushuaia de una temporada que fue mejor de lo esperado, también se replica en el resto de la región. En una entrevista con Mensajero, el presidente de la Cámara Argentina de Esquí y Montaña (CAEM), Juan Pablo Padial, relataba allá por fines de julio que “estamos en una situación por la que creemos que con tener la misma cantidad de turistas que el año pasado, que tuvimos un récord histórico (en referencia a Chapelco) o hasta incluso un poquito menos, va a ser exitosa”.
Explicando la situación de los diversos Centros de Esquí en el país, Padial detalló que “están todos más o menos en la misma línea... hay una merma, sin dudas, en varios, pero creemos que tiene que ver un poco con la situación actual y que quizás en las próximas semanas se acomode”.
En esa lógica de un rebote propio de los meses finales de la temporada, lugares como el Cerro Castor suele destacar la fortaleza de su actividad en septiembre, con días más largos y un influjo de visitantes propio de la spring break, cerca del final de temporada.
2024 así, logró sobreponerse a una proyección de tinte pesimista, donde el clima no acompañó pero el viajero sí. Aunque los números presentan una merma, no cuentan toda la historia de una temporada fueguina sin nieve en un septiembre que suele ser salvador para el sector.
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