El evento, avalado por la International Winter Swimming Association (IWSA), abre el calendario mundial de esta disciplina que tiene más de un siglo de historia en los países nórdicos y que hoy mueve a más de 1.300.000 nadadores a nivel global. Y este año, Argentina vuelve a ser parte del circuito.
Con 150 atletas de 17 países (entre ellos, Australia, Canadá, España, Dinamarca, Finlandia, México, Rusia y hasta Costa de Marfil) la competencia no solo pone a prueba el cuerpo y la cabeza de quienes se lanzan al agua, sino que también posiciona al país (y especialmente a la Patagonia) como destino de turismo deportivo extremo.
“Este evento significa el ingreso al país de una disciplina que se practica hace 100 años. La comunidad es conocida como Winter Swimming o ICE Swimming, y Argentina es el único país de esta región que puede posicionarse en el calendario internacional”, explica Matías Ola, ultra maratonista de aguas abiertas y fundador de Nadando Argentina, la ONG que impulsa la competencia local.
Para Ola, que nació en Tucumán y convirtió su pasión por nadar en frío en un movimiento internacional, este es un hito: “Nunca imaginé que nadando en lagos patagónicos íbamos a lograr esto. Hoy, muchos nadadores argentinos tienen la oportunidad de iniciar una disciplina que antes ni sabían que existía”.
Hielo y Aventura, una de las firmas que opera dentro del Parque Nacional y sponsor oficial del evento, también le pone fichas al proyecto. “Acompañar este tipo de competencias de carácter mundial nos llena de orgullo. Promueven el deporte en entornos naturales y posicionan al destino a escala internacional”, afirma Hernán Capone, presidente de la empresa.
Con la imponente postal del Perito Moreno como escenario, la competencia reúne pruebas de distintas distancias y categorías, pero lo que más impacta no está en el cronómetro: es ver a un grupo de personas, desde distintos puntos del planeta, compartiendo una misma pasión en un entorno tan extremo como único.
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