En el raid desregulador que impulsa el Gobierno Nacional bajo la dirección de Federico Sturzenegger, un nuevo cambio se presenta para la industria ganadera: a partir de ahora, se podrá exportar ganado en pie bovino buscando introducirse a mercados con requerimientos especiales en la faena como podrían ser el israelí o de los países con mayoría musulmana.
La medida, que derogó un decreto del año 1973, generó polémicas en el sector dado que desde los frigoríficos indican que dicha normativa buscaba proteger la oferta local de carne. Desde el lado de los productores, son varios los que celebraron la nueva posibilidad, alegando la tendencia oligopolista de los mataderos y la apertura a un nuevo tipo de exportación.
Si bien dicha actividad está concentrada en el centro del país, la Patagonia no es ajena a la producción bovina. En 2022, Tierra del Fuego presentaba un total de 46.057 animales en stock, Santa Cruz 88.460 y la Provincia de Chubut 196.935. Lejos están de los números de Buenos Aires con 20 millones, pero con la ventaja de la experiencia en la exportación de ovinos en pie, las provincias más australes podrían apuntar a mercados de nicho que no requieren volúmenes tan considerables o aunar esfuerzos entre productores. Como ejemplo surge la exportación de ovinos a Arabia Saudita en un trabajo colectivo que incluyó productores patagónicos, con 30.000 ejemplares en 2023 para la celebración del Eid al-Adha, la Fiesta del Sacrificio donde dichos animales son ofrendados en referencia a la historia bíblica de Abraham con su hijo Ismael, en el caso del Corán.
Como el mercado halal, también se encuentra el kosher: hace algunos días Uruguay anunció su primer venta de ganado bovino en pie con destino a Israel, algo en lo que Brasil ya es un productor con experiencia. Desde el gobierno liberal plantean una apertura que permita cualquier tipo de intercambio comercial, mientras que los detractores hablan de un vaciamiento del mercado interno en pos de acceder a “dólares frescos”.
Ahora, las áreas de Ganadería de las provincias patagónicas deberán enfocarse en facilitar las herramientas para acceder a las certificaciones de producción bajo esquema halal y kosher, que comparten múltiples similitudes, a fin de hacer una realidad la posibilidad de la exportación de ganado en pie. El mercado y la demanda existe, con un atractivo precio internacional que supera ampliamente al que los mataderos y frigoríficos abonan regularmente.